En
las últimas décadas La Psicología del Testimonio se ha enfocando en explicar
los errores de memoria en las personas que ofrecen declaraciones en los
tribunales de justicia, con la intención de evitar la mala práctica e
identificar la influencia que podrían tener factores externos en la información
ofrecida. Se ha demostrando que el intervalo entre el suceso observado y/o
vivido y el momento en que se realiza la entrevista y la repetición de
interrogatorios tienen un efecto sobre el recuerdo y por consiguiente, a la
hora de considerar la declaración de los testigos, el experto debe tener en
cuenta estos dos factores.
De
la misma manera se ha analizado la práctica de los expertos y las técnicas
utilizadas para valorar la declaración, encontrando que estos no solo son
vulnerables a los efectos de la repetición y el paso del tiempo, ya que además,
podrían ser afectados por: factores emocionales, del entorno, el tiempo, la
personalidad, las veces que ha tenido que contar la historia, la práctica del
experto, etc. Es por esto que, antes de validar como buena y válida un
testimonio, el experto debe considerar estos puntos y así evitar la mala
práctica en la pericia psicológica. Siempre tener en cuenta la memoria
emocional y episódica, ambas determinantes para evaluar los criterios
cognitivos, emocionales y de la motivación, todos vitales en la valoración de
la manifestación de un testigo.
Me he motivado a dejar por aquí este pequeño resumen de los trabajos que hemos estado realizando, los cuales están publicado en otros espacios.
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